lunes, 31 de octubre de 2011

El incremento del salario mínimo encendió ya la polémica


Las propuestas empiezan a polarizar las opiniones en el país en torno al 5%, solo la inflación o sueldos por hora.

Ajustar el salario mínimo para el 2012, más que en cualquier otro año, será uno de los temas espinosos para el Gobierno. Apenas se preparan las reuniones del comité de concertación del tema y ya se barajan propuestas que polarizan las opiniones.
El gremio de las instituciones financieras, Anif, lanzó su cifra, un incremento de 5 por ciento, que salió de aplicar la fórmula universal, es decir, salario mínimo igual a inflación más productividad laboral.

Por otro lado, el Consejo Privado de Competitividad (CPC) plantea hacer una ‘tregua’, por varios años, en la que el ajuste solo se haga con base en la inflación, argumentando que esto ayudaría a las metas del Gobierno de generar empleo, combatir la informalidad laboral, reducir la pobreza y fomentar la competitividad empresarial. La controversia se inició de inmediato. El vicepresidente de la República, Angelino Garzón, se adhirió a la idea de Anif, al igual que Alejandro Gaviria, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, quien señala que “es más o menos razonable, aunque de todas maneras no va a dejar contento a nadie. Es una discusión política compleja”.

Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), dijo que es muy temprano para hacer cábalas, porque aún no hay datos oficiales de inflación y productividad, que permitan hacer un juicio real. Además, “aunque todo el mundo opine, el salario definitivo tiene que salir de un acuerdo entre trabajadores y empresarios”. La propuesta más criticada ha sido la del CPC, que pasa por alto el derecho de ese grueso de colombianos -el 80 por ciento de hogares que ganan entre 1 y 2 salarios mínimos- de mejorar su situación económica actual.

Además, un eventual incremento de la inflación por encima del alza salarial implicaría un deterioro en el ingreso familiar. El presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Julio Roberto Gómez, por su parte, no ocultó su sorpresa ante la propuesta de Anif, que -dice- no siempre se ha caracterizado por planteamientos a favor de los trabajadores. A la del CPC, en cambio, la calificó de irracional. Lo mismo hizo Fabio Arias, fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

La posición de los dirigentes gremiales es compartida por altos funcionarios públicos, para quienes el aumento en la capacidad de compra con el salario favorece a los empresarios, porque lo que producen ellos será demandado por los trabajadores.

Fuente: portafolio.co

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