El ministro de Recuperación Productiva de Francia, Arnaud Montebourg, dijo que "no acepta" iniciativa porque castiga el empleo. El plan de reestructuración presentado por el grupo automotor PSA Peugeot Citroën prevé 8.000 supresiones de empleos y provocó un sismo en Francia.
El principal fabricante de automóviles de Francia, con 100.000 empleados en el país, alegó pérdidas en el primer semestre de este año y una reducción duradera de los mercados en Europa para justificar esos despidos y el cierre de su fábrica de Aulnay, cerca de París.
"Nosotros no aceptamos el plan tal como fue presentado por PSA Peugeot Citroën”, declaró Montebourg ante el Senado, sin precisar los medios de presión que el Gobierno podría utilizar con esta empresa privada.
"Nosotros pediremos a PSA que primero justifique la situación y luego que inicie un diálogo social que el primer ministro exigió ejemplar", agregó Montebourg, quien designó a un experto para examinar la situación financiera del grupo privado.
"Nosotros pedimos a PSA que examine lealmente todas las otras soluciones además de las que reservó a varias instalaciones en Francia y sobre todo a esos miles de empleados involucrados", insistió Montebourg.
Aunque el gobierno francés lo esperaba, este anuncio fue un verdadero "shock" para el país, declaró el jefe del gobierno, Jean-Marc Ayrault, en momentos en que se esperan otros planes de despidos en la industria francesa.
El primer ministro pidió a Arnaud Montebourg que presente el 25 de julio un plan de apoyo al sector automotor, que según algunas estimaciones representa el 10 por ciento de los empleos en el país.
Fuente: Portafolio.com
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